martes, 27 de mayo de 2014

Carisma Salesiano


A través de San Juan  Bosco Cristo, el Buen Pastor, dio a los chicos más pobre y en situaciones de sumo riesgo  con un nuevo carisma educativo, un carisma familia, para sentirse en casa les dio así una nueva familia: 

  
La Familia Salesiana
Así, él,  en el nombre de Dios y con el auxilio de María, ayudado por su Mamá Margarita y por otros muchos sacerdotes y laicos, con el apoyo y la aprobación del papa Pío IX , inició su fundación  en la Casa Pinardi  del barrio de Valdocco  el año 1846.
La fue aglutinando con un fuerte  y evangélico espíritu de familia  y la puso bajo la especial protección de San Francisco de Sales.
De este Doctor de la Caridad, quiso tomar, no sólo el nombre, sino  la inspiración
          

- En  la bondadosa  relación con todos,
- En  la propuesta de  santidad  como Alegría  profunda en lo cotidiano,
- En  la incansable pasión apostólica del salvar almas ( “Da mihi animas coetera tolle”)
 en  la difusión audaz  de la  verdad evangélica por la prensa y otros medios.
Dios dotó a esta familia de un sistema educativo propio, el Sistema Preventivo Salesiano, que basado en  la razón, la religión y la amabilidad, y animado por el evangélico  espíritu de familia, genera una gran confianza  en los muchachos en la que se disipan sus miedos, se abren sus corazones y se siembran los valores.
 En efecto, “LOS SALESIANOS” al practicarlo como Don Bosco, y con la energía de las tres devociones blancas: la Eucaristía, María Inmaculada y el Papa, están  siempre entre ellos con una  “presencia fraterna” y una  “asistencia eficaz”; y a través de  “la palabra al oído” y de “los mensajes escritos” a cada uno, de “los ángeles de la guarda” y de “las Compañías” para otros,
 o de “las frases en las paredes” y de “las buenas noches” para todos, LES OFRECEN valores a su medida, como la Piedad, el Estudio y la Alegría, para que sean Sanos, Sabios y Santos, capaces de conseguir Pan, Trabajo y Paraíso.

 
Además, todos son invitados a vivir, ya, el Cielo en la tierra,  TODOS, unido a la Pedagogía de la Fiesta, hecha de cantos, música, banquetes, sacramentos, liturgias solemnes, teatros, paseos, florecillas, novenas, triduos, concursos, rifas y juegos.


 

 Todo apoyado con la buena prensa las lecturas de en la Sanas Comunicaciones.
 Todo esto se ofrece especialmente en “el Oratorio de Don Bosco” la típica obra salesiana,
que quiere ser para los muchachos:
- Patio, para convivir en libertad, alegría y seguridad;
- Casa, para recibir calor de hogar, alimento, vestido  y estancia;
- Escuela –Taller, para  capacitarse para la vida y el trabajo;
- Parroquia para recuperar o fortalecer la filiación divina en la Iglesia de Dios.

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